lunes, 29 de noviembre de 2010

Final de temporada.

"Los cuentos de hadas son bien ciertos, no porque nos digan que existen los dragones, sino porque nos dicen que podemos vencerlos" Chesterton

Se ha terminado.....como todo lo que vale la pena en esta vida, la felicidad proporcionada por este bendito deporte también es efímera.


Siempre se repiten las mismas historias cual bucle interminable que termina siempre en la misma cruel y desoladora paradoja; siempre hay un vencedor, glorioso, radiante, cubierto bajo los dorados destellos del cava de la victoria que una vez saboreado más parece divina ambrosía; siempre hay derrotados, humillados, desolados desquebrajados ante la infertilidad de un esfuerzo atroz a lo largo de la temporada. Sin embargo es aquí en donde se diferencia a los verdaderos ganadores de los que siempre perderán; el campeón debe ser tan justo y humilde en la vistoria como tarde o temprano lo será en la derrota, pues es ley de vida en este deporte, no se llega a la cima sin antes haber inyectado la compeción en su organismo y haber probado el amargo sabor de las derrotas.


¿Acaso en esta guerra no puede haber amistad, complicidad y camaradería?, ¿Acaso se tiene que liberar a los perros de presa y dejar que se despellejen entre sí en una carnicería?.

No les estaría de más a muchos pilotos de la actual parrilla recordar que este deporte ha existido y existirá, antes y después; con o sin ellos. Que solo son una pieza de un gigantesco engranaje, los actores principales bajo el foco de una catártica función que se representa cada domingo.

Cada vez que saltan a la pista deberían olvidarse de todos los halagos de toda la parafernalia que les rodea, hacer un voto de humildad y recordar a aquellos que hace mucho tiempo les precedieron, aquellos pioneros que luchaban en titánicas batallas contra bólidos incontrolables, dragones que desafiaban la lógica de la seguridad y otras nimieces que en aquella época de aguerridos caballeros no tenían la más mínima importancia. Deberían recordar que muchos de aquellos dieron sus vidas abrasados,ahogados o aplastados entre retorcidos hierros; no deberían olvidar jamás que hubo pilotos que a pesar de todos su afán por triunfar se olvidaban de todos sus mundanos deseos y anteponían su coraje para salvar a sus compañeros tras terribles accidente; héroes anónimos injustamente olvidados por un espectáculo que solo parece mostrar la injusta bipolaridad de vencedores y vencidos.
No deberían por tanto olvidar los actuales pilotos que cada vez que ellos ganan deberían mostrar el respeto y la admiración correspondiente ante todos aquellos que los precedieron y que dignificaron un deporte que sin su aportación sería una mera y absurda competición.... NUNCA NOS DEBEMOS OLVIDAR DE QUE UN DIA EXISTIERON LOS CABALLEROS.
By: QuickCaam